¿Te envuelves el pelo en una toalla al salir de la ducha? ¡Estás cometiendo un grave error!
Ducharse o bañarse es la cosa más sencilla del mundo: todos lo hacemos a diario (o al menos, deberíamos) desde que somos pequeños. Precisamente por eso, pensar que nos duchamos mal resulta casi hasta cómico. ¿Cómo podemos hacer mal algo que hemos estado haciendo toda la vida? Pero resulta que no es tan sencillo como pensábamos. Casi todos nos equivocamos, y mucho, a la hora de hacer una serie de cosas en la ducha. Échale un vistazo a esta lista, ¡estás a tiempo de corregir tus malos hábitos
1. Lavarse el pelo a diario Todos queremos tener siempre un cabello limpio y reluciente y envidiamos a aquellos que jamás lo tienen sucio. Pero lo cierto es que lavarse el pelo todos los días es un gran error: limpiándolo con tanta frecuencia, hacemos que el cuero cabelludo se irrite y reseque. Por eso, si tu cabello es fino o delicado, debes evitar lavarte el pelo con demasiada frecuencia; dos veces por semana sería suficiente. Si tienes el pelo rizado o grueso, los expertos recomiendan lavarse el pelo una vez por semana.
3. No lavarse bien los pies ni la espalda Debido al contorsionismo que hay que hacer para llegar a esas zonas, tendemos a no limpiarlas bien, pero esto también es un error. Ambas zonas tienen bacterias, hongos (en el caso de los pies) y células muertas que hay que eliminar en cada lavado.
4. No secar bien la esponja Si utilizas un estropajo vegetal para la ducha, las células muertas de tu piel se quedarán en los agujeros de la esponja, formando así un caldo de cultivo estupendo para las bacterias. Por eso es importante secar bien no sólo estos estropajos vegetales, sino todo lo que utilices para aplicarte el jabón. Además, guárdalo en un lugar seco.
6. Secarte el cuerpo con demasiado ímpetu No hace falta que te seques el cuerpo como si quisieras sacarle brillo, podrías dañar tu piel. La mejor forma de secarse es mediante toques delicados, sin frotar, con una toalla suave.
8. Ducharte solo con agua caliente Aunque ducharse con agua fría no es tan reconfortante como hacerlo con agua bien caliente, tiene numerosas ventajas: estimula la circulación, mantiene tu piel fresca, sentimos mayor energía y, además, tiene efectos antidepresivos. Por eso, si no soportas una ducha de agua fría, es conveniente que, después de tu ducha caliente, te des un último enjuague con agua fría durante 30 segundos, o bien ducharte con agua templada.
9. Aplicar acondicionador en todo el cabello Echarse acondicionador en todo el cabello, en vez de tener un efecto positivo, hace que el pelo se engrase rápidamente. Además, es mejor aplicarlo antes del champú, de esta forma el champú limpiará los restos de aceite y grasa del acondicionador.
11. Depilarse bajo el agua Depilar el vello del cuerpo con cuchilla mientras cae el agua puede provocar irritación en la piel, según los expertos. Si no quieres dejar por completo este hábito, la mejor alternativa es utilizar geles específicos para la depilación y hacerlo con agua templada o fría. O mejor aún para nuestra piel, utilizar métodos profesionales de estética. Ahora que ya conoces tus malos hábitos, ¡es hora de cambiar por completo la forma de ducharte! Ya verás que, aunque cueste un poco incorporar estos cambios al principio, tu cuerpo te lo agradecerá y estarás siempre reluciente. ¡De nada
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