Esta pequeña quedó enferma, debido a lo que hacen el 99% de los padres del mundo
La llegada de un nuevo ser siempre trae mucha dicha y felicidad y claro, las demostraciones de amor y afecto por parte de padres y familiares no se hacen esperar, ignorando así que los besos y caricias les pueden propiciar un sinfín de enfermedades por las bacterias y microbios que se trasmiten, sin contar que los bebés suelen ser esponjitas y por mejores defensas que tengan siempre terminan absorbiendo todo.
Aunque parezcan inofensivos, los besos son los que pueden causarles un mayor daño. Savina Francés-Bell, de Reino Unido, lo ha comprobado y ha decidido compartir su mala experiencia para advertir a los padres sobre estas demostraciones de afecto y que comiencen a evitarlas para no poner en riesgos a sus pequeños.
Savina es madre de Sienna, una pequeña de tres años que tuvo que pasar por el mal momento de ver su rostro convertirse en otro debido a las erupciones, el color rojo en ella y las ampollas que le brotaron. Comer era toda una tortura pues las llagas cerca de la boca de lo impedían y le causaba mucho dolor.
No conforme con ello el cuerpo le picaba tanto que por rascarse con fuerza para saciar tal picazón, terminaba con la cara ensangrentada, sobre todo cuando recurría a algo para sentir mayor alivio, como por ejemplo su propia ropa.
Visitas a distintos médicos y estudios practicados no bastaban para determinar que le ocurría a la pequeña, creían que se debía a una reacción alérgica pero ningún medicamento surtía efecto positivo en la menor.
Después de semanas y tras agotar recursos, decidió acudir a una clínica privada que aunque estaba fuera de sus alcances, Savina tenía todas sus esperanzas en ella para que pudieran aliviar a su pequeña hija. Tras un par de estudios los médicos determinaron que la pequeña estaba infectada con el virus del herpes y claro, como era de esperarse había sido contagiada con alguna demostración de amor (besos) por parte de algún familiar o de su propia madre. Debemos tomar en cuenta que los pequeños no tienen inmunidad bien desarrollada, por lo que su cuerpo no puede luchar contra los virus dañinos de forma eficiente.
¡Si para los adultos este virus es fatal, ahora imagínate con los más pequeños! Después de recibir los medicamentos correctos y tomar precauciones, Sienna se encuentra recuperada. Claro, el tratamiento deberá extenderse por años pero la vida de la pequeña no corre ningún riesgo mayor.
Con esto que su madre ha compartido con todos sus amigos de Facebook desea que se tome conciencia y que por nada del mundo los padres besen a los bebés ni a los niños y de igual forma que no permitan a sus familiares hacerlo.
COMPARTE esta información para prevenir peligros en los más pequeños.
Aunque parezcan inofensivos, los besos son los que pueden causarles un mayor daño. Savina Francés-Bell, de Reino Unido, lo ha comprobado y ha decidido compartir su mala experiencia para advertir a los padres sobre estas demostraciones de afecto y que comiencen a evitarlas para no poner en riesgos a sus pequeños.
Savina es madre de Sienna, una pequeña de tres años que tuvo que pasar por el mal momento de ver su rostro convertirse en otro debido a las erupciones, el color rojo en ella y las ampollas que le brotaron. Comer era toda una tortura pues las llagas cerca de la boca de lo impedían y le causaba mucho dolor.
No conforme con ello el cuerpo le picaba tanto que por rascarse con fuerza para saciar tal picazón, terminaba con la cara ensangrentada, sobre todo cuando recurría a algo para sentir mayor alivio, como por ejemplo su propia ropa.
Visitas a distintos médicos y estudios practicados no bastaban para determinar que le ocurría a la pequeña, creían que se debía a una reacción alérgica pero ningún medicamento surtía efecto positivo en la menor.
Después de semanas y tras agotar recursos, decidió acudir a una clínica privada que aunque estaba fuera de sus alcances, Savina tenía todas sus esperanzas en ella para que pudieran aliviar a su pequeña hija. Tras un par de estudios los médicos determinaron que la pequeña estaba infectada con el virus del herpes y claro, como era de esperarse había sido contagiada con alguna demostración de amor (besos) por parte de algún familiar o de su propia madre. Debemos tomar en cuenta que los pequeños no tienen inmunidad bien desarrollada, por lo que su cuerpo no puede luchar contra los virus dañinos de forma eficiente.
¡Si para los adultos este virus es fatal, ahora imagínate con los más pequeños! Después de recibir los medicamentos correctos y tomar precauciones, Sienna se encuentra recuperada. Claro, el tratamiento deberá extenderse por años pero la vida de la pequeña no corre ningún riesgo mayor.
Con esto que su madre ha compartido con todos sus amigos de Facebook desea que se tome conciencia y que por nada del mundo los padres besen a los bebés ni a los niños y de igual forma que no permitan a sus familiares hacerlo.
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