Laura Moreno y Jessy Quintero, absueltas por la muerte de Colmenares
Sin la presencia de las estudiantes, juez dictó sentencia por la muerte de Luis Andrés Colmenares. La justicia resuelve el enigma ¿fue asesinato o un accidente?
Laura Moreno y Jessy Quintero, absueltas por la muerte de Colmenares Foto: Guillermo Torres / SEMANA
Con la decisión del juzgado 11 de conocimiento de Bogotá, se cierra un capítulo que comenzó el 31 de octubre del año 2010, cuando joven universitario Luis Andrés Colmenares desapareció en el parque el Virrey.
Al día siguiente de la celebración de Hallowen, los bomberos de Bogotá lo ubicaron, ahogado, en un caño, a varios metros del lugar donde fue visto por última vez. La decisión exime de responsabilidad a Laura Moreno y Jessy Quintero, como responsables de omisión, en el primer caso y por encubrimiento en el segundo, de la muerte del joven estudiante de la Universidad de Los Andes.
El padre del estudiante de los Andes, Luis Alfonso Colmenares, aseguró: "No descansaré hasta que haya justicia en el crimen de Luis Andrés". La madre, Oneida Escobar, que se salió de la audiencia al conocer el sentido de la decisión dijo: "no comprendo a esta justicia colombiana‘.
Este caso terminó siendo el de más amplio espectro judicial colombiano, ocupando los titulares de prensa, los análisis en los medios de comunicación y, sobre todo, las conversaciones de la opinión pública. Los nombres de Laura Moreno, Jessy Quintero y Luis Andrés Colmenares se convirtieron en pan de cada día en diferentes escenarios. No había colombiano que no tuviera una teoría del caso o que pudiera ser juez del mismo.
Es un proceso abultado donde los tres testigos estelares fueron José Wilmer Ayola, Jhonatan Martínez y Jesús Alberto Martínez. Los tres “testigos” llegaron de la mano del entonces fiscal de la Unidad de Vida, Antonio Luis González, con libretos que en su momento parecían espectaculares y llenaban la teoría del caso de la Fiscalía: que Luis Andrés Colmenares había sido atacado en inmediaciones del parque El Virrey por un grupo de jóvenes entre los que estaban Laura Moreno y Carlos Cárdenas, quienes lo habría asesinado, lo habrían ocultado en una camioneta y más tarde habrían puesto el cadáver en el túnel donde finalmente fue hallado al siguiente día por los bomberos.
Pero en el mismo orden en que fueron apareciendo los “testigos” con sus relatos, estos se fueron desmoronando, embrollados en sus mentiras. El fiscal llegó a asegurar ante jueces que contaba con cinco testigos, sin embargo, su salida se dio cuando iba en el tercero. Una vez quedó demostrado que los tres testigos eran falsos y que estaban fletados, la Fiscalía reculó y decidió marginarse de estos. Aunque su contraparte insistió en que era relevante la participación de estos en el juicio, al final no fueron tenidos en cuenta ni los falsos relatos iniciales de estos ni sus respectivas retractaciones.
Hoy los tres “testigos” están condenados y contra el exfiscal Antonio Luis González pesa una investigación. Además de no haber logrado presentar los cinco “testigos perfectos” que anunció, el funcionario también quedó mal con su promesa de presentar ante el estrado a Rita Karanauskas, una experta cazamentiras que revelaría en el juicio las falsedades dichas por las acusadas durante el largo proceso que hoy llega a su fin. La juez tendrá que decidir sin contar, tampoco, con ese exótico aporte.
Los abogados defensores de las jóvenes, aseguraron que la Fiscalía cambió los hechos de la acusación para mantener la tesis de supuesto homicidio. Durante el juicio rebatieron con evidencia que la muerte de Colmenares fue un accidente y que la única decisión jurídicamente posible es la absolución para las acusadas.
El último recuerdo que Laura Moreno dice haber tenido de Luis Andrés Colmenares fue haber visto su silueta en el aire. "Sé que él no se lanzó. Sencillamente él salió a correr y lo último que veo de él es volando en el aire".
Cuando le preguntaron si había visto a los bomberos ingresar al túnel del caño donde hallaron el cuerpo del joven, señaló que vio a dos caminando al margen del canal y que "no sería capaz de afirmar que se metieron porque no los vi".
"Pienso que si los bomberos se hubieran metido debajo del túnel, tal vez lo hubiesen encontrado y todo sería totalmente diferente", manifestó.
Según la Fiscalía, Laura es responsable de la muerte de Colmenares porque ella habría visto cuando a él lo golpearon y no hizo nada para auxiliarlo. Sin embargo, en la entrevista ella dice que no vio ninguna pelea o que le hicieran daño a Luis Andrés, versión que ha mantenido en el proceso.
La tesis de la defensa iba en el sentido de que Jessy, Laura y Luis Andrés fueron a comprar un perro caliente y que ella –junto con Laura– fue a buscar a Colmenares una vez este salió corriendo, por lo que fue imposible que su defendida hubiera presenciado cuando él falleció.
La decisión se toma en contravía de la postura de la Fiscalía y la Procuraduría, que solicitaron al juez que Laura Moreno y Jessy Quintero fueran condenadas. Aseguraron que las versiones que Jessy Quintero y Laura Moreno dieron ante las autoridades sobre los hechos, estas no concuerdan.
El soporte probatorio de la Fiscalía estaba principalmente en el peritaje hecho por el médico forense Máximo Alberto Duque, exdirector de Medicina Legal, quien fue contratado por la familia Colmenares para exhumar el cadáver de Luis Andrés, a mediados del año 2012.
Duque afirmó que se había tratado de un homicidio, basado en que en su rostro y su cráneo, además de otras partes de su cuerpo, existían múltiples golpes que no podrían haber sido ocasionados por una simple caída. De hecho, uno de ellos fue tan fuerte, que le hundió uno de los huesos de la cara.
A esta hora, la juez de conocimiento da lectura al extenso fallo, en el que resolverá el enigma que rodeó a esta historia por años. Aunque la justicia puede determinar que existen dudas sobre la forma en que murió Colmenares, la respuesta al interrogante ¿fue crimen o accidente? aún no ha sido contestada.
Con la decisión del juzgado 11 de conocimiento de Bogotá, se cierra un capítulo que comenzó el 31 de octubre del año 2010, cuando joven universitario Luis Andrés Colmenares desapareció en el parque el Virrey.
Al día siguiente de la celebración de Hallowen, los bomberos de Bogotá lo ubicaron, ahogado, en un caño, a varios metros del lugar donde fue visto por última vez. La decisión exime de responsabilidad a Laura Moreno y Jessy Quintero, como responsables de omisión, en el primer caso y por encubrimiento en el segundo, de la muerte del joven estudiante de la Universidad de Los Andes.
El padre del estudiante de los Andes, Luis Alfonso Colmenares, aseguró: "No descansaré hasta que haya justicia en el crimen de Luis Andrés". La madre, Oneida Escobar, que se salió de la audiencia al conocer el sentido de la decisión dijo: "no comprendo a esta justicia colombiana‘.
Este caso terminó siendo el de más amplio espectro judicial colombiano, ocupando los titulares de prensa, los análisis en los medios de comunicación y, sobre todo, las conversaciones de la opinión pública. Los nombres de Laura Moreno, Jessy Quintero y Luis Andrés Colmenares se convirtieron en pan de cada día en diferentes escenarios. No había colombiano que no tuviera una teoría del caso o que pudiera ser juez del mismo.
Es un proceso abultado donde los tres testigos estelares fueron José Wilmer Ayola, Jhonatan Martínez y Jesús Alberto Martínez. Los tres “testigos” llegaron de la mano del entonces fiscal de la Unidad de Vida, Antonio Luis González, con libretos que en su momento parecían espectaculares y llenaban la teoría del caso de la Fiscalía: que Luis Andrés Colmenares había sido atacado en inmediaciones del parque El Virrey por un grupo de jóvenes entre los que estaban Laura Moreno y Carlos Cárdenas, quienes lo habría asesinado, lo habrían ocultado en una camioneta y más tarde habrían puesto el cadáver en el túnel donde finalmente fue hallado al siguiente día por los bomberos.
Pero en el mismo orden en que fueron apareciendo los “testigos” con sus relatos, estos se fueron desmoronando, embrollados en sus mentiras. El fiscal llegó a asegurar ante jueces que contaba con cinco testigos, sin embargo, su salida se dio cuando iba en el tercero. Una vez quedó demostrado que los tres testigos eran falsos y que estaban fletados, la Fiscalía reculó y decidió marginarse de estos. Aunque su contraparte insistió en que era relevante la participación de estos en el juicio, al final no fueron tenidos en cuenta ni los falsos relatos iniciales de estos ni sus respectivas retractaciones.
Hoy los tres “testigos” están condenados y contra el exfiscal Antonio Luis González pesa una investigación. Además de no haber logrado presentar los cinco “testigos perfectos” que anunció, el funcionario también quedó mal con su promesa de presentar ante el estrado a Rita Karanauskas, una experta cazamentiras que revelaría en el juicio las falsedades dichas por las acusadas durante el largo proceso que hoy llega a su fin. La juez tendrá que decidir sin contar, tampoco, con ese exótico aporte.
Los abogados defensores de las jóvenes, aseguraron que la Fiscalía cambió los hechos de la acusación para mantener la tesis de supuesto homicidio. Durante el juicio rebatieron con evidencia que la muerte de Colmenares fue un accidente y que la única decisión jurídicamente posible es la absolución para las acusadas.
El último recuerdo que Laura Moreno dice haber tenido de Luis Andrés Colmenares fue haber visto su silueta en el aire. "Sé que él no se lanzó. Sencillamente él salió a correr y lo último que veo de él es volando en el aire".
Cuando le preguntaron si había visto a los bomberos ingresar al túnel del caño donde hallaron el cuerpo del joven, señaló que vio a dos caminando al margen del canal y que "no sería capaz de afirmar que se metieron porque no los vi".
"Pienso que si los bomberos se hubieran metido debajo del túnel, tal vez lo hubiesen encontrado y todo sería totalmente diferente", manifestó.
Según la Fiscalía, Laura es responsable de la muerte de Colmenares porque ella habría visto cuando a él lo golpearon y no hizo nada para auxiliarlo. Sin embargo, en la entrevista ella dice que no vio ninguna pelea o que le hicieran daño a Luis Andrés, versión que ha mantenido en el proceso.
La tesis de la defensa iba en el sentido de que Jessy, Laura y Luis Andrés fueron a comprar un perro caliente y que ella –junto con Laura– fue a buscar a Colmenares una vez este salió corriendo, por lo que fue imposible que su defendida hubiera presenciado cuando él falleció.
La decisión se toma en contravía de la postura de la Fiscalía y la Procuraduría, que solicitaron al juez que Laura Moreno y Jessy Quintero fueran condenadas. Aseguraron que las versiones que Jessy Quintero y Laura Moreno dieron ante las autoridades sobre los hechos, estas no concuerdan.
El soporte probatorio de la Fiscalía estaba principalmente en el peritaje hecho por el médico forense Máximo Alberto Duque, exdirector de Medicina Legal, quien fue contratado por la familia Colmenares para exhumar el cadáver de Luis Andrés, a mediados del año 2012.
Duque afirmó que se había tratado de un homicidio, basado en que en su rostro y su cráneo, además de otras partes de su cuerpo, existían múltiples golpes que no podrían haber sido ocasionados por una simple caída. De hecho, uno de ellos fue tan fuerte, que le hundió uno de los huesos de la cara.
A esta hora, la juez de conocimiento da lectura al extenso fallo, en el que resolverá el enigma que rodeó a esta historia por años. Aunque la justicia puede determinar que existen dudas sobre la forma en que murió Colmenares, la respuesta al interrogante ¿fue crimen o accidente? aún no ha sido contestada.
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